miércoles, 22 de julio de 2009

Nuestro pueblo


El municipio de San Bartolomé de la Torre se ubica en la denominada comarca del andévalo onubense. Geográficamente se halla limitada por: Gibraleón al este; Villanueva de los Castillejos al suroeste, y Alonso al norte.

Esta localidad dista de la capital unos 30 km. Posee una superficie de 5.661,50 has. No posee grandes ríos ni cursos de aguas abundantes. Por su latitud, altitud y situación, se enmarca climatológicamente, en el clima denominado "Mediterráneo Oceánico", que beneficia a San Bartolomé de una precipitación y humedad considerable y le posiciona favorablemente para el desarrollo de la vegetación frente a otros climas mediterráneos. La vegetación natural se caracteriza por bosques siempre verdes, con gran presencia de encinas, alcornoques, pinos, mirtos y jaras, generando paisajes de notable interés.

Su Principal actividad productiva, que antaño fue las Dehesas, los Cereales y la Ganadería, ha dejado paso a los cítricos, las fresas, el olivar, y a un cada vez más importante sector de servicios. Entre la tierra llana y las primeras estribaciones del Andévalo, participa de ambos ecosistemas y de aprovechamientos agrícolas y ganaderos. Esta condición facilitó el poblamiento y la existencia de elementos y ajuares datados al menos desde el Neolítico, entre ellos destaca un Sepulcro Megalítico con planta de Cúpula en el que fueron encontradas algunas placas de piedra con escritura, a la cual se le dio la denominación de escritura lineal “tipo San Bartolomé”.

Aunque estas tierras han estado ocupadas desde la prehistoria, la primera constatación documental de la existencia de poblamiento en San Bartolomé de la Torre, es la “Carta Puebla” o “Privilegio de fundación” otorgado a la localidad en 1589 por Don Francisco de Zúñiga y Sotomayor, y conservado en el Archivo Municipal de Gibraleón (legajo 114). En el se determinas las condiciones con las que los vecinos han de asentarse en este término, así como los derechos que se les confieren. Es en ese mismo archivo en el que se conservan algunos documentos determinantes para la creación de la historia de San Bartolomé, por ser éste uno de los municipios integrantes del Marquesado de Gibraleón. Desgraciadamente, en nuestro archivo no se conservan documentos anteriores a 1814, por ser destruido el fondo en 1811, como consecuencia de la Guerra de Independencia.

Las tierras cultivables del término eran en su mayoría de aprovechamiento comunitario para todos los pueblos del Marquesado de Gibraleón. Ello generaba una desventaja económica para los vecinos de San Bartolomé, quienes se veían sumidos en una relativa pobreza por no poder explotar sus recursos adecuadamente. Esta circunstancia motiva una demanda de distribución de estas tierras entre los diversos pueblos integrantes del antiguo Marquesado, que desaparecerá tras la creación de las demarcaciones provinciales de mediados del XIX.

El topónimo de San Bartolomé de la Torre, viene dado por una antigua torre vigía cercana a la población, a la que se le atribuye un origen almohade y se la data entorno al siglo XII. A modo de atalaya, esta torre controlaba el acceso desde la cuenca minera andevaleña y desde la vecina localidad portuguesa de Evora.

En la actualidad, nos encontramos con un municipio agrícola, en el que el sector textil y de servicios se hallan en claro crecimiento. La población ronda en estos momentos, los 3500 habitantes.